¿Qué es la celulitis?
La celulitis es una alteración localizada del metabolismo del tejido subcutáneo en la que hay una acumulación de agua, grasa y toxinas. Esto provoca la compresión de los vasos sanguíneos que ocasionan una importante retención de agua y una mala eliminación de las toxinas y de las grasas. Las toxinas, a su vez, también reaccionan con el tejido favoreciendo su inflamación y degeneración. Por lo tanto, decimos que la formación de celulitis es un proceso donde todos los mecanismos están relacionados y se potencian entre sí.
Los adipocitos (células de grasa) generan energía para el funcionamiento del organismo cuando es necesario, pero si aportamos más energía de la necesaria y esta no se consume, el adipocito la almacena en forma de grasa. Por eso es tan importante, por ejemplo, hacer cenas ligeras, ya que por la noche las necesidades energéticas del organismo disminuyen y todo lo que consumimos al irnos a dormir si no lo utilizamos, se acumula formando grasa y favoreciendo así la aparición de la celulitis. Así que si queremos que el tratamiento anticelulítico sea más eficaz debemos conocer los ritmos biológicos del adipocito, y aplicarlo cada noche al acostarnos.
Además, encontramos adipocitos blancos y marrones, los blancos acumulan grasa y aumentan de volumen con una alimentación rica en grasas. Mientras que los marrones son capaces de quemar las grasas. Y existen estudios recientes que demuestran que estas dos formas son reversibles, y los anticelulíticos más modernos ya se basan esta transformación de adipocito blanco a adipocito marrón (tecnología White to Brown, como en el caso de Body-Slim de Lierac).
Este es la explicación de la formación de la celulitis, pero vamos a diferenciar los tipos y también a conocer las causas principales y agravantes, para poder actuar tanto para prevenirla como para tratarla.
¿Dónde se instala?
La celulitis se forma en la zona más profunda de nuestra piel, en el tejido adiposo. Y se localiza en las siguientes zonas del cuerpo: brazos, glúteos, muslos y cara interna de las piernas. Pero no siempre presenta las mismas características.
Causas de la celulitis:
Está clara la relación entre la mala circulación y la celulitis, pero no es esta la única causa. Y aunque no sólo encontramos celulitis en las mujeres, si que hay una mayor predisposición debido a las causas hormonales.
– Factores hormonales: la piel se ve afectada por los cambios hormonales que sufre la mujer a lo largo de su vida. Así que la celulitis está directamente relacionada con la vida hormonal femenina, marcada desde la pubertad hasta la menopausia por los ciclos menstruales. Por tanto, ¿qué relación existe entre las hormonas y la celulitis? El desequilibrio estrógeno-progestágeno se manifiesta al inicio de cada ciclo ovárico, durante la pubertad y el embarazo, en el momento de la premenopausia y ante el consumo de anticonceptivos (en los que predomina el componente estrógeno). Y esta hormona estimula el almacenamiento de grasas y favorecen el crecimiento del volumen de los adipocitos (células de grasa), porque prepara al organismo para la maternidad acumulando energía en forma de grasa. Por lo que es un factor que predispone a la formación de celulitis.
– Factores hereditarios: los antecedentes familiares tienen importancia a la hora de desarrollar la celulitis. Y en la genética de las mujeres blancas mediterráneas hay mayor predisposición.
– Factores alimentarios: las dietas hipercalóricas con altos contenidos en lípidos y glúcidos favorecen la acumulación de lípidos en los adipocitos. El consumo excesivo de sal, alcohol, cafeína y alimentos precocinados también provocan la aparición de celulitis y su empeoramiento.
– Estrés: los trastornos afectivos o sentimentales y los conflictos familiares o laborales crean un desequilibrio neurovegetativo que dificulta la circulación periférica y la eliminación de agua y desechos. El estrés, a través de la adrenalina y otras hormonas neurotransmisoras, favorecen el almacenamiento y síntesis de grasas.
– Alteraciones de la circulación: la mala circulación favorece la formación de celulitis. Sabemos que la celulitis de las zonas superiores (caderas y glúteos) se asocia, normalmente, con una ralentización de la circulación venosa de retorno, mientras que la celulitis de las zonas inferiores (de rodilla a tobillo) suele estar relacionada con trastornos circulatorios (venosos y linfáticos) más severos.
– Estilo de vida: el sedentarismo y la falta de ejercicio físico, el uso de ropa ajustada, los tacones altos, el tabaco y los baños demasiados calientes dificultan el retorno venoso (como ya comenté en post sobre piernas cansadas). El tabaco disminuye al riego hacia los tejidos y el alcohol aumenta la síntesis de grasas. Permanecer mucho tiempo de pie o sentado, y la vida sedentaria, provocará a medio plazo una mala circulación y en consecuencia, también es una causa de celulitis..
Tipos de celulitis:
¿Cómo puede ser la celulitis? Todas la formas de celulitis no son iguales. Las podemos clasificar por el aspecto según el estado y consistencia de la piel:
1- Celulitis dura: es la llamada “piel de naranja” y es muy difícil que las mujeres nos libremos de ella. Incluso mujeres jóvenes de vida activa, suelen tener este tipo de celulitis. Se concentra en áreas muy localizadas y se caracteriza porque es difícil pellizcar la piel de dicha zona. Debe atacarse cuanto antes y utilizar el anticelulítico todo el año, bien sea como preventivo o como tratamiento de mantenimiento. Además, este tipo de celulitis suele causar estrías, por tanto, la piel debe estar muy bien hidratada.
2- Celulitis blanda: suele aparecer en mujeres con antecedentes hereditarios de celulitis, con el estilo de vida sedentario o en mujeres que, a causa de tratamientos para adelgazar perdieron bruscamente mucho peso, y lo recuperaron al abandonarlo. Esta celulitis no está tan localizada como la anterior, y aparece en muslos, nalgas, vientre y la parte superior de los brazos. Y se caracteriza porque se mueve al andar y es más visible de pie que tumbada, y se asocia a la flacidez de la piel. Es más frecuente a partir de los 35 años, sobre todo si se lleva una vida sedentaria. Por tanto, debemos combatirla recuperando el tono muscular, al menos caminar de forma efectiva 1 hora al día.
3- Celulitis edematosa: está relacionada con la retención de líquidos y problemas circulatorios. Suele afectar a todas las piernas que se ven aumentadas de volumen y con una ligera piel de naranja. Además, quiénes la padecen suelen tener pesadez de piernas y dolor. Es importante actuar pronto, sobre todo ayudando a mejorar la circulación de las piernas.
4- Celulitis mixta: es raro encontrar un sólo tipo de celulitis, lo más habitual es encontrar, por ejemplo, celulitis dura en la parte externa del muslo y blanda en la interna y en la zona abdominal, o edematosa en los muslos y dura en los glúteos.
Por eso, en el próximo post os hablaré de cómo tratar los distintos tipos de celulitis, ya que como hemos visto no son todos iguales y, por lo tanto, los tratamientos tampoco pueden serlo…
Muy interesante!
Gracias Teresa.
Muy interesante!
Gracias Teresa.
leeremos tambien el proximo post!!
Gracias Carolina.
El próximo son los tratamientos para cada tipo de celulitis, creo que os gustará…
Un saludo,
Paz.
leeremos tambien el proximo post!!
Gracias Carolina.
El próximo son los tratamientos para cada tipo de celulitis, creo que os gustará…
Un saludo,
Paz.