Qué es la piel atópica y cómo cuidarla

Debemos diferenciar una piel seca o muy seca de una piel atópica, ya que no tienen las mismas características y por tanto el mantenimiento y cuidado en cada caso será específico y diferente. Este es el paso más importante que hay que tener a cuenta a la hora de cuidarnos la piel, pero probablemente sea el más difícil de trasmitir a nivel de mostrador. Muchos pacientes con piel atópica en los periodos de “entre-brotes” abandonan los tratamientos y utilizan productos convencionales, y esto es justo lo que NO debemos hacer, ya que una piel atópica, aunque no esté sufriendo un brote, siempre es atópica y hay que cuidarla como tal. Es cierto que durante los brotes de dermatitis atópica debemos realizar unos cuidados especiales, los productos cosméticos que debemos utilizar incluso cuando no hay brote deben ser los específicos para este tipo de piel, porque están especialmente formulados para cuidarla, equilibrarla y prevenir la aparición de nuevos brotes.

¿Qué es la piel atópica?

Atopia es un concepto médico global que afecta a una condición patológica caracterizada por procesos alérgicos principalmente respiratorios y en la piel. La dermatitis atópica es su manifestación cutánea. Por lo que muchos pacientes con piel atópica presentan alergias, asma, etc, pero no siempre ocurre esto.

La piel atópica es bastante frecuente en niños (casi el 20% de la población), pudiendo aparecer los primeros síntomas desde la etapa lactante a la edad infantil. Y en muchos de los casos mejorará en la pubertad, de modo que la población adulta con piel atópica es inferior a la infantil, aunque puede concentrar procesos más graves. La piel atópica es uno de los procesos cutáneos más frecuentes en los países industrializados y un motivo de consulta muy frecuente en las farmacias.

Lo importante es reconocer algunas características principales que la diferencian de la piel seca, y saber cómo cuidarla.

– Piel SECA: enrojecimiento, tirantez, disconfort, picor, incluso escamas.

– Piel ATÓPICA: enrojecimiento, tirantez, disconfort, picor, escamas o placas, además la piel es más reactiva de lo normal y cursa con inflamación. Se debe a que la estructura de la superfície de la piel está alterada, por lo que aparece una sequedad extrema favoreciendo la irritación. Por tanto, hay mayor reactividad al sudor, calor, ropa de lana, sustancias químicas, estrés, algunos alimentos y alérgenos aéreos (como los ácaros). También se acompaña de alteraciones inmunológicas, que es lo que desencadena el picor y los procesos inflamatorios (dermatitis = inflamación de la piel). En los brotes se agudiza el picor porque las bacterias que colonizan la piel producen una toxina que lo provoca. Colonización bacteriana por Staphylococcus aureus, esta bacteria está presente de forma natural en el orifico nasal, por lo que es fácil que colonice y de lugar a los brotes de dermatitis atópica, desencadenando una reacción en la piel (descamación, enrojecimiento y picor).

Ritual de cuidados en piel atópica: 

Hace poco os hablé de la nueva gama de Bioderma Atoderm específica para la piel atópica en bebés, con la innovación de PREVENTIVE (ideal para bebés con papás atópicos o alérgicos, por tener mayor posibilidad de presentar piel atópica, y así podemos prevenirla desde el primer día, o que sea mucho más leve), Por eso hoy os me centraré en hablar de los cuidados específicos en niños y adultos.

– MANTENIMIENTO en periodos de “entre-brotes”: el cuidado específico con cosméticos adecuados es la clave para evitar la aparición de nuevos brotes, no significa que debamos hacer nada especial, simplemente continuar utilizando una higiene e hidratación para pieles atópicas.

La higiene: utilizaremos un gel o crema lavante que no contenga jabones, ni alcohol, para evitar resecar la piel al limpiarla.

Es muy importante aplicar la hidratación a diario para restaurar la función barrera de la piel, manteniendo el manto hidrolipídico adecuado, de modo que esté protegida frente a la deshidratación y por tanto, frente a la colonización por bacterias. Es importante en estos cosméticos la presencia de ceramidas, dado su déficit crónico en la barrera córnea de los atópicos.

En este punto quiero destacar la crema Atoderm Intensive de Bioderma, que también ha sido una reciente incorporación a la gama y cuenta con una INNOVACIÓN EXCLUSIVA que garantiza la restauración de la barrera cutánea y además bloquea el receptor para la bacteria que hemos mencionado anteriormente, el Staphylococcus aureus, protegiéndonos de su colonización y por tanto, de nuevos brotes de dermatitis atópica. A corto plazo proporciona las ceramidas necesarias que hemos comentado para restaurar la barrera cutánea y a largo plazo estimula la producción de la propia piel. Y también ejerce una acción antibacteriana gracias a la acción del cobre y el zinc. Otra ventaja es que ya no es necesario tener una crema para brotes y otra para el mantenimiento, con esta crema lo tenemos todo. Y si aún así necesitamos reforzar en determinadas zonas, como codos o rodillas, donde es más habitual la formación de placas, podemos tratarlas de forma puntual con Atoderm PO Zinc.

– BROTE DERMATITIS ATÓPICA: debemos continuar con el tratamiento de mantenimiento e incluir si es necesario, unos cuidados más específicos. Por ejemplo, en lugar del gel Atoderm de Bioderma, os recomendaría en los casos que haya mucho picor, el gel Atoderm PP de Bioderma que es más calmante del picor. 

Y para las placas más severas, os recomiendo la crema Nodé K de Bioderma, que se deja actuar de 15 a 30 minutos sobre la placa (sobre la piel limpia) y luego se retira, ayuda a reducir la descamación, rehidrata la zona y calma el picor.